Clientes en una tienda de comestibles dentro de un centro comercial en Sydney. AFP
Varios supermercados australianos atendieron este martes por la mañana durante una hora solo a ancianos, una medida experimental destinada a permitir que las personas mayores hagan sus compras con tranquilidad.
Delante de algunos comercios de Melbourne (sur) o Sídney (sureste) se formaron largas filas de espera muy temprano, pero algunos clientes salieron con las manos vacías.
"Es el primer día que aplicamos esta hora dedicada a ellos y sabemos que no todo ha sido perfecto en todas nuestras tiendas", reconoció en un comunicado la directora general de Supermercados Woolworths, Claire Peters, cuyo grupo reserva el horario de 7 a 8 para personas mayores y las discapacitadas.
Las tiendas aprenderán de ello y continuarán con la iniciativa durante toda la semana, declaró Peters.
A pesar de que los guardias de seguridad intentaron durante una hora impedir que los clientes menores de 60 años entraran a los supermercados, algunos comercios acabaron con algunos estantes completamente vacíos.
En el Woolworths de Neutral Bay, en el norte de Sídney, no todos aplauden la iniciativa.
"Esta medida es importante, pero no creo que sea la mejor manera de hacerlo. Habría que facilitar los repartos a domicilio porque no se debería ver a personas de 93 años haciendo la compra", declaró a la AFP Irie Voico, de 71 años.
Otro cliente, que pidió el anonimato, dijo que no se sentía a gusto con la idea de reunir en un mismo lugar a tantas personas del mismo grupo de edad, consideradas las más vulnerables al nuevo coronavirus.
Otros están satisfechos con la medida, destinada a permitir que los ancianos eviten la aglomeración de personas que se abalanzan sobre los productos de primera necesidad.
"Se manejó muy bien esta mañana. Felicitaciones a Woolworths. Todos se están portando muy bien", declaró Max Hill, de 75 años.
En un video que circuló por internet se veía a principios de mes a tres mujeres en un supermercado de Sídney tirándose de los pelos, gritando y luchando por un paquete de papel higiénico.
Australia ha contabilizado casi 400 casos y cinco muertos por coronavirus.